Disfrutar más la vida

—¿Te gusta tu trabajo?

Fue la pregunta de una clienta esta semana. 

Sin dudarlo respondí: —¡Me encanta!

Y la pregunta vino porque, desde su perspectiva, relaciona mi trabajo con la tragedia.

Reconozco que mucho tiempo tuve una idea similar sobre mi trabajo como psicoterapeuta. Pensaba en lo terrible que era que las personas tuvieran que acudir a mí, ya que eso implicaba que algo malo estaba pasando en sus vidas. 

Afortunadamente, mi perspectiva ha cambiado. 

—Yo no trabajo con las tragedias de las personas. Yo las acompaño a florecer. Agregué. 

No quiero decir con esto, que niegue el dolor o las circunstancias adversas que atraviesan las personas que acuden a psicoterapia conmigo. Lamentablemente, algunas son muy fuertes y muy dolorosas. Sin embargo, he elegido una forma de acompañar ese dolor que, para mí, hace una diferencia. 

Además de acompañar a florecer, me gusta pensar mi trabajo como una invitación a disfrutar más la vida. No siempre hay dolor y tragedias, y sin embargo, la ausencia de malestares no trae automáticamente el disfrute de vidas plenas. Así que considero importante construir el bienestar y no sólo aliviar el malestar. De forma frecuente, he visto que es más fácil identificar lo que ya no se quiere,  pero cuesta más trabajo poder decir lo que sí se desea o cómo se ve una vida de bienestar. 

Y es aquí, donde mi trabajo como psicoterapeuta se ha vuelto diferente. 

Desde hace un tiempo, acompaño a mis clientas a encontrar lo mejor de sí mismas. Desempolvamos juntas los recursos olvidados en sus "malas" decisiones. Buscamos posibilidades donde parece no haberlas. Invitamos a nuevas perspectivas no contempladas. Encontramos palabras más amables y amorosas para describirse a sí misma. Invitamos a la compasión sobre los errores que han cometido.  Planeamos juntas los pasos a seguir en los nuevos caminos que desean recorrer. Hacemos presentes los contextos y circunstancias que se relacionan o han generado sus malestares. Recordamos a las personas que ya las acompañan con amor.  Recordamos todo lo que tienen por agradecer. Invitamos a encontrar la belleza en las cosas simples de la vida cotidiana. Soñamos con vidas más disfrutables. Entre otras conversaciones.

No podemos evitar el dolor y las tragedias que la vida va a seguir presentándonos, pero sí podemos verlas como el reto de seguir disfrutando la vida, a pesar de ellas. 

Y tú, ¿Cómo podrías disfrutar más de tu vida?

Mi propia respuesta a esta pregunta siempre incluirá el mar, el cielo azul y tiempo con mis personas importantes. 

Te deseo una vida más disfrutable y floreciente.

Con cariño, 

Psic. Cynthia Sosa Infante
Psicoterapeuta de mujeres y parejas.


P.D. Si deseas que te comparta más ideas sobre disfrutar más la vida o deseas iniciar un proceso terapéutico conmigo, envíame un mensaje. 

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